Suena
Catch & Release a ritmo de Matt Simons…
Se
cumplen cinco semanas de mi aventura en Asía. Todo pasa rápido, más de lo que
imaginaba. Los sentimientos se multiplican con la distancia, tu gente y tus
cosas, que tesoro tan preciado. Sonrío con el recuerdo de cualquier cosa y una
nostalgia feliz invade mi cuerpo. Mi Laredo y mi Santander, vaya dos joyitas.
Una
nueva semana, el aroma del café recorre la habitación y las voces de los casi
3000 niños y niñas de la escuela llegan hasta la séptima planta. Me asomo al
balcón y me doy cuenta que es hora de ir a recoger el tabao. Paro y sigo
escribiendo.
Así
es la vida en Evergrande, nuevas rutinas con nuevas personas. La pelota no para
de rodar y los entrenamientos continúan día tras día. Pronto llega la copa
confederaciones y los élites ya preparan la competición. Con ganas de ver a los
porteros en acción contra las mejores escuelas del país. Pero eso, para el
siguiente capítulo.
La
semana pasada la última conquista: el Imperio del Sol Naciente nos abrió sus
puertas. Tokio la urbe más poblada del planeta no decepcionó. Por ser la ciudad del futuro, de las luces de neón, de la gente fashion y ambiente las 24 horas. Por la electrónica y tecnología. Por
su sorprendente cultura y por su vida silenciosa. Por
ser centro neurálgico de la industria del manga, por sus avalanchas de gente joven, por sus personajes más frikis y pintoresco, por hacerte volver al pasado,
donde los grandes carteles luminosos dejan paso a los templos y el maquillaje
es sustituido por atuendos más tradicionales. Por sus puestas de sol…
Los viajes lo marcan las experiencias
y las personas que se cruzan en ellas, pero como siempre digo: el mejor viaje
siempre está por llegar.
La vida continúa y la música sigue
sonando…